Casa Babylon, Zicatela 2010




LAS MARIPOSAS NEGRAS

La noche prende la chispa del alba.
El día tropical llega rápido,
sin las caricias de la diosa
de los dedos de rosa.

Sola en la sala de espera de la terminal,
frente a una ventana de oscuridad,
de repente veo la cerca de alambre
y las casas ya anunciadas por el canto del gallo.

Cuando bajó del camión
tropecé con su rabia
como las enormes mariposas negras
que te pegan ciegamente en la cara.


CANCION

Mariposa negra de mi corazón 
te esperaba y sólo llegó 
La mariposa negra de mi corazón. 

Te esperaba donde te sentaba
tu mano en la mía
escuchando lo que no pudimos decir.

Mariposa negra que vuela sin ver su camino. 
Amor de sordomudo
Amor de tacto mudo
Sol oscuro de mi despertar.

Barbara Joan Schaffer.

 

ZICATELA MUJER FATAL

Un hombre que ya no se salva.
Una chica buscando
Perderse.

Ella con todas sus opciones
En una línea.
Él, un mero fantasma
De un futuro.

No del todo una pérdida de tiempo
el apareo del mezcal, la simpatia y el desespero.

La banda toca descalza en la arena.
La muchacha se va.
El joven baterista rubio
Deja caer las baquetas
Y la persigue en otra
historia de perdición.

Barbara Joan Schaffer.



Hombre infeliz, Nopala 2007

 


Xalapa, Museo de antropología

HOMBRES DE BATA BLANCA

Incapaz siquiera de formar
un pensamiento,
me quedé atónita en la ducha
sintonizada a la estática de la radio
cuando, de repente, no sé de dónde,
aparecieron científicos o técnicos de laboratorio -
empleados de bata blanca del demiurgo -
casualmente haciendo
sus rondas erráticas.

Se dieron cuenta de que estaba marchitándome
y me hicieron una transfusión
con una sustancia controlada
como un fertilizante o la cocaína.
Sentí que mi ánimo se levantaba y - con astucia - les pedí más.

Fue, por supuesto, sólo el cerebro haciendo su trabajo.
Sin embargo, parecía un presagio,
como si tuviera un destino
por el cual me mantuviera viva.

Barbara Joan Schaffer.

 

ALTO-CUMULUS

Una nube se abre
Suaves pétalos labiales
En la boca de su cueva.

Los rayos del sol golpean
Como caballeros cruzados
O una división de ángeles guerreros
Y el viento entra navegando
Sobre espadas doradas.

NIMBUS

Desde las montañas
El ejército cumulo nimbus
Dirige la tempestad:
gris de tanques invernales.

Barbara Joan Schaffer.








Una nube, Chacahua
 






Raicin New York

LOS PECES TROPICALES LANZANDOS EN LA LUZ AZUL

Estábamos bajando, en el mundo de las tinieblas, muertos.
Estar muerto era como estar vivo, pero más fácil.
No había más consecuencias kármicas,
Sólo un abandono gradual
Antes de llegar al olvido.

Primero fui yo, encontré mi camino.
Luego vinieron mi hijo y su mujer,
A quienes les dije las noticias:
Aquí todos estamos muertos, pero está bien,
Hay lugares para explorar
Y visitas de cortesía,
No es aburrido, pero más facíl que arriba.

De veras, un declive donairoso
Como la jubilación seguida por
La vida asistida y después la sala con el acuario.

Barbara Joan Schaffer.

 

EN UN RESTAURANTE EN GUATEMALA

En Guatemala, en Panajachal:
Los meseros se recargan en la pared.
El sábado por la noche, mejor imposible,
y ni la mitad de las mesas se llenan;
alguien acaba de salir sin pagar.

Mientras, hace tiempo,
al otro lado del mar,
David, el cocinero,
bebe absenta que le traigo
del bar de los pescadores
por un sorbo de sus salsas
y lo que queda en los platos
de cordero y bistec florentino.

Leo, el mesero en El Olivo,
trae a casa botellas, medio llenas, de Rioja
y Tonia hace puros de tabaco y kif
con Las Cuatro Estaciones de Vivaldi en el tocadiscos.

Afortunadamente, tuvimos la gracia
de desaparecer sin dejar huella,
y soy tan joven como era
dondequiera que ellos estén recordando.

Barbara Joan Schaffer.












Restaurante, Colotepec